sábado, 27 de noviembre de 2010

Ciclo del Agua en la Ciudad


La cantidad de agua consumida está en relación directa con el nivel de vida y el desarrollo tecnológico de una sociedad. En España, el consumo de agua urbano es el 6% y el industrial el 14% del total.
Los usos urbanos del agua son los que cubren las necesidades de agua del hogar, el comercio y los servicios públicos. Los usos industriales son muy variados: como materia prima en las industrias químicas, como refrigerante de maquinarias, como depósito de vertidos o para la limpieza. El consumo depende del desarrollo industrial y casi siempre genera aguas residuales muy contaminadas.

Ciclo del Agua en la Ciudad

Se denomina Ciclo del agua en la ciudad al recorrido que realiza el agua desde que llega a las estaciones potabilizadoras hasta que sale de la ciudad. Este ciclo tiene dos fases: tratamiento del agua para el consumo y depuración de aguas residuales.
A. Potabilización. Es el tratamiento del agua para el consumo antes de llegar a la red de distribución. Aunque el agua captada de ríos, embalses o acuíferos parezca limpia, no se considera potable mientras que no cumpla una serie de requisitos sanitarios.
La potabilización comienza con unos procesos físicos que son el tamizado, la decantación y el filtrado, cuyo objetivo es separar las particulas en suspensión para eliminar la turbidez, y continua con un proceso químico de desinfección, que generalmente consiste en añadir cloro. De esta forma se eliminan los microorganismos del agua y se desinfectan también las tuberías de la red.
B. Sistemas de depuración de las aguas residuales. Son los procesos que permiten devolver el agua utilizada a los ecosistemas naturales (ríos o mares) en unas condiciones físicas, químicas y biológicas parecidas a su estado natural. De esta forma se evitan, en la medida de los posible, problemas de salud pública o medioambientales. Las estaciones depuradoras se denominan EDAR.
El agua, una vez utilizada, adquiere diferentes impurezas. El proceso de depuración incluye varias fases:
1. Mediante un proceso denominado desbaste se eliminan los sólidos de gran tamaña, como palos, trapos, etc.
2. Seguidamente, el agua pasa a unos recipientes donde pierde velocidad, y en ellos se eliminan grasa y arena.
3. Posteriormente se deja el agua en reposo, en los decantadores, para que el efecto de la gravedad deposite las partículas en suspensión.
4. Para facilitar el proceso de descomposición de la materia orgánica, se utilizan estanques de oxidación, donde hay una gran cantidad de bacterias descomponedoras aerobias. El oxígeno se les aporta insuflando aire.
5. En algunas estaciones se realiza un último tratamiento físico-químico para eliminar los emtales pesados, pero no en todas porque resulta muy caro.

6. Los fangos y lodos obtenidos de la depuración, ricos en aateria orgánica, pueden aprovecharse de dos formas: se secan y se utilizan como abono, o sirven para producir biogás mediante reacciones químicas de fermentación.
7. Finalmente, el agua se lleva al estanque de cloración. Aunque el agua resultante no es potable, está lo suficientemente depurada como para ser devuelta al medio natural o para ser utilizada de otra forma, por ejemplo en el riego de calles o jardines.


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